Memories of the Unloved

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lunes, 9 de enero de 2012

Capítulo Uno

[Notas: Aquí está. Por fin. Después de haber subido el prólogo a finales del año pasado pensaréis que debería haber subido ya por lo menos dos capítulos más, ¿no? Pues he estado liado. De hecho, debería estar estudiando para los finales de Enero. Pero me he tomado un descansito para dejaros caer esto. Hay una persona por ahí que tuvo la exclusividad por motivos personales, pero ya ha vencido el plazo. Disfrutad y espero que no tengáis que esperar tanto para el capítulo 2]


La multitud ocupaba todo el pasillo. Tanta gente fuera difícil moverse, pero tenía que hacerlo. Tenía que llegar a la puerta. No sabía que le impulsaba a hacerlo realmente, pero tenía la sensación de que, si no cruzaba la puerta a tiempo, algo malo le pasaría a Nadia. La marabunta de gente empezó a moverse hacía él, bloqueándole el camino.

Un chico con capucha y un pañuelo tapándole la cara destacó entre la marea de cuerpos. El brillo del acero en su mano y una mirada vacía en sus ojos. Intentó esquivarlo, pero el chico se dirigió hacia el decididamente. La gente parecía estar de su lado, pues se apartaba de su camino, mientras impedía que la víctima escapara. Cuando estuvieron frente a frente, el chico se quitó la capucha y el pañuelo al tiempo que alzaba el cuchillo.

Eric Winchester despertó en el momento en que la hoja hizo contacto con su muñeca. Asustado, se llevó la mano a la muñeca que había recibido la hoja en su pesadilla. Nada. Un suspiro escapó de entre sus labios. Por un momento había sentido cómo la hoja atravesaba la piel, cómo la sangre empezaba a manar del corte.

Se levantó de la cama. Después de una pesadilla como esa no iba a poder conciliar el sueño en lo que quedaba de noche. El silencio que reinaba en la habitación sólo era interrumpido por el repiqueteo constante de la lluvia contra la ventana. Llevaba lloviendo sin pausa durante más de una semana. Teniendo en cuenta que estaban a finales de Julio era algo extraño.

Abrió la ventana y dejó que las gotas de lluvia le despejaran. Hay mucho trabajo por hacer.

2 comentarios:

Bea. dijo...

Estoy buscando el prólogo, pero no lo encuentro... ¿me lo pones fácil y me lo linkeas en alguna parte? ;)

Poeta de Tinta Ciega dijo...

Debería haber pensado en eso. A partir de ahora pondré un enlace al capítulo anterior. Gracias Bea. Por cierto, aquí tienes el enlace: http://omega-sora.blogspot.com/2011/11/prologo.html

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